Identificar y prevenir esta serie de malas prácticas permite a las empresas optimizar el rendimiento y la productividad, al mismo tiempo que garantizan equipos mejor preparados y en desarrollo.
Muchas veces, pese a la inversión de tiempo y recursos, los resultados de una capacitación no cumplen con las expectativas. Los errores que surgen durante la planificación o puesta en marcha no solo afectan la calidad del aprendizaje, sino también la motivación de los participantes, lo que a largo plazo impacta en la productividad de la organización.
La clave está en reconocer a tiempo estas fallas y corregirlas antes de que se conviertan en un freno para el desarrollo del talento y el crecimiento empresarial.
Antes de analizar los errores más frecuentes en la implementación de una capacitación, es importante comprender por qué resulta tan crucial hacerlo de manera exitosa.
Un programa de formación bien diseñado no es un simple requisito administrativo: busca generar un cambio real en tres dimensiones esenciales para el funcionamiento de cualquier organización:
La evidencia respalda este impacto. De acuerdo a un informe de LinkedIn Learning, el 94% de los colaboradores permanecerían más tiempo en una empresa si esta invierte en su aprendizaje y desarrollo. Además, en esta misma línea, el 92% de los entrevistados dijeron que los programas de formación bien planificados tienen un impacto muy positivo en su nivel de compromiso.
Con este panorama en mente, es importante evitar algunos errores que pueden comprometer los resultados de la capacitación y garantizar que se maximicen los beneficios de estas inversiones.
Uno de los mayores errores a la hora de implementar una capacitación es la falta de objetivos claros. Muchas veces, los programas de formación se diseñan sin tener una comprensión profunda de lo que realmente se necesita. Si no se tiene claro qué habilidades deben mejorarse o qué resultados se buscan, el programa puede convertirse en algo genérico sin un impacto real dentro de una empresa.
La capacitación genérica es uno de los errores más frecuentes. Usar programas de training estandarizados que no se adaptan a las necesidades ni a la cultura de una empresa puede generar desinterés por parte de los learners. Además, tampoco se abordará los desafíos específicos a los que se deberán enfrentar los equipos.
Cada compañía tiene sus propias particularidades, y una capacitación que no esté alineada con sus objetivos y contexto no va a tener el mismo impacto que una personalizada.
Las capacitaciones en las que los participantes son meros receptores de información suelen ser menos efectivas. El aprendizaje suele ser superficial y los conocimientos adquiridos pueden no ser aplicados en el trabajo sin una participación activa.
Es fundamental que los colaboradores se involucren activamente en su aprendizaje mediante debates, discusiones, dinámicas e incluso ejercicios prácticos.
Es común ver empresas que implementan un programa de capacitación y, al finalizar, no realizan un seguimiento para medir la efectividad que tuvo. Esto puede hacer que se pase por alto el hecho de que la capacitación no logró los objetivos que fueron planteados o que no tuvo el impacto esperado en los resultados.
Otro error frecuente es no tener un plan de seguimiento después de la capacitación. Una vez terminada la sesión, es fácil pensar que el trabajo ya está hecho. Sin embargo, para que la capacitación sea realmente efectiva, se debe hacer un seguimiento constante que refuerce lo aprendido y resuelve las dudas que vayan surgiendo.
Los colaboradores necesitan espacio para aplicar los skills adquiridos y un sistema de apoyo que les permita hacer ajustes sobre la marcha.
El éxito de una capacitación también depende de la actitud y el compromiso que tengan los líderes de la empresa. Si no se involucran activamente en el proceso de formación, los empleados van a percibir al training corporativo como algo de poco valor o innecesario.
Los líderes son los encargados de implementar lo aprendido, por lo que su participación es muy importante para asegurar que las habilidades adquiridas se apliquen en el ámbito laboral.
La tecnología ofrece herramientas poderosas que pueden mejorar la capacitación. No aprovecharlas puede limitar las posibilidades de aprendizaje, sobre todo si se trata de equipos grandes o que están dispersos geográficamente.
El uso adecuado de la tecnología facilita la accesibilidad, el seguimiento e incluso la personalización de los programas de formación.
En Intelego te ayudamos a diseñar experiencias de capacitación adaptadas a las necesidades específicas de tu empresa. Nos especializamos en preparar a tus equipos para que puedan desarrollar habilidades clave para mejorar el rendimiento de tu empresa. Si deseas saber cómo podemos acompañarte en este proceso, no dudes en contactarnos. Estamos aquí para ayudarte a transformar el talento de tu compañía.