Estrategias para crear un calendario de capacitación flexible, alineado con los objetivos...
Pasos para crear una capacitación accesible

Incorporar criterios de accesibilidad en las capacitaciones permite potenciar el aprendizaje y construir entornos corporativos que realmente sean inclusivos.
La accesibilidad en los programas de formación dejó de ser un lujo para convertirse en una necesidad. Si tenemos la intención de formar equipos diversos y comprometidos, es necesario asegurar que todas las personas, puedan acceder al contenido, comprenderlo y aplicarlo.
Cuando hablamos de una capacitación accesible, no solo nos referimos a agregar subtítulos o utilizar letras grandes. Estamos hablando de diseñar experiencias de aprendizaje con la inclusión de todos los colaboradores como eje central. No como una adaptación, sino que como una parte fundamental del proceso.
¿Cuáles son los pasos a seguir para hacer que una capacitación sea accesible?
La accesibilidad comienza desde el diagnóstico
Todo programa de formación sólido parte de un buen análisis. Pero cuando se trata de accesibilidad, este diagnóstico debe ir un paso más allá. No alcanza con evaluar los conocimientos previos o los objetivos del negocio: es fundamental identificar las distintas necesidades que puedan tener las personas que participarán del entrenamiento.
Puede que algunos learners cuenten con una discapacidad sensorial o motriz, una condición médica, barreras tecnológicas o incluso diferencias de idioma. Y si no consideramos estos aspectos desde el inicio, corremos el riesgo de excluirlos de manera involuntaria.
Una buena práctica es comenzar con una encuesta que nos permita conocer mejor a quienes serán parte de la capacitación. ¿Pueden acceder desde dispositivos móviles? ¿Tienen una conexión estable? ¿Requieren subtítulos, formatos alternativos o adaptaciones específicas? Cuanto más sepamos, más preparados estaremos para diseñar experiencias realmente inclusivas.
Anticiparse a estas barreras no solo mejora la eficiencia del proceso de formación, sino que también evita caer en generalizaciones que dejan afuera a quienes más necesitan apoyo. Diseñar con empatía es el primer paso para que el aprendizaje funcione para todas las personas.
Aplicar el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA)
Una capacitación accesible no significa que se deban hacer contenidos especiales para una determinada parte de un equipo, sino que se trata de crear algo para todos. Para cumplir con esta premisa, la UNESCO recomienda y respalda la utilización del enfoque del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), promovido por la Center for Applied Special Technology (CAST), para asegurar la inclusión.
Entre las principales medidas que este enfoque sugiere se encuentran:
- Ofrecer varias formas de presentar la información.
- Permitir diferentes formas de participación
- Estimular la motivación de los learners mediante la política de abarcar la diversidad de intereses y contextos.
Un mismo contenido puede explicarse en video, resumirse en un documento PDF y reforzarse con gráficos o ejemplos prácticos. Lo importante es que cada persona pueda elegir el formato que mejor se ajuste a sus habilidades y preferencias.
Usar plataformas accesibles
No todas las plataformas son accesibles. Los encargados de desarrollar los programas de formación deben asegurarse de que el sistema que van a utilizar cumpla con las Pautas de Accesibilidad al Contenido en la Web (WCAG) desarrolladas por el World Wide Web Consortium (W3C).
Algunos de los puntos más importantes que comprenden estas pautas son:
- Contraste suficiente entre el texto y el fondo.
- Que sea posible navegar con el teclado.
- Compatibilidad con lectores de pantalla.
- Texto alternativo en imágenes.
Incluir contenidos sincrónicos y asincrónicos
Una buena práctica para asegurar la accesibilidad de todos los colaboradores es la de ofrecer el contenido en distintos formatos. Por un lado, las actividades en vivo (síncronas)y, por el otro, contenidos que ya fueron grabados o asincrónicos. Esta última modalidad es más fácil de adaptar para agregar subtítulos, resúmenes, recursos complementarios o descripciones de audio.
La variedad de formatos permite:
- Que cada learner avance a su propio ritmo.
- Repetir el material en caso de que sea necesario.
- Asegurar la participación de aquellos colaboradores que tienen horarios variables, dificultades técnicas, entre otras cosas.
Capacitar a los formadores
No sirve de nada tener plataformas accesibles si quien lleva a cabo la capacitación no está preparado para utilizar herramientas de inclusión. Por este motivo es importante instruir a los formadores en accesibilidad digital y didáctica a la hora de hacer que un proceso sea más accesible.
Los formadores deben llevar a cabo las siguientes prácticas para poder hacer que las capacitaciones sean más inclusivas para todos los colaboradores:
- Utilizar un lenguaje claro y directo.
- Describir lo que aparece en pantalla durante las sesiones virtuales.
- Incluir pausas para que los colaboradores puedan evacuar sus dudas.
- Estar abiertos a adaptar las actividades o evaluaciones según las necesidades de los learners.
El Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad de México (CONADIS) tiene publicadas unas guías de acceso público para la inclusión de personas con discapacidad en su sitio web. Estas pueden servir como punto de partida para que muchas organizaciones comiencen a hacer más accesibles sus capacitaciones.
Evaluar con formatos adaptables
Las evaluaciones también tienen que ser accesibles. Es importante evitar el uso de formatos estrictos como las pruebas cronometradas, preguntas hechas en un lenguaje difícil de entender o la utilización de plataformas que no sean compatibles con los dispositivos de asistencia.
Por otro lado, comunicar los contenidos que se van a evaluar, cómo y en qué momento, sirven para reducir la ansiedad y aumentar la participación de los colaboradores. Estas son algunas prácticas que pueden ser incluidas en las capacitaciones para hacerlos más accesibles:
- Permitir respuestas en audio, texto o video.
- Incluir preguntas de reflexión personal.
- Ofrecer oportunidades de retroalimentación antes de la evaluación final.
Tener feedback de los colaboradores
El último paso es escuchar. El feedback es uno de los pasos más importantes para poder confirmar que las medidas implementadas en las capacitaciones fueron exitosas. Algunas de las herramientas más efectivas para poder recopilar las opiniones de los participantes son:
- Crear formularios.
- Hacer encuestas a través de mails.
- Realizar reuniones abiertas.
Esta es una gran herramienta para identificar las barreras que quizás en algunas ocasiones pasamos por alto. Muchas veces son los propios learners los que brindan las mejores ideas para poder hacer que nuestros programas sean más inclusivos. Escucharlos y ajustar los planes es parte del proceso.
¿Estás buscando desarrollar un programa de capacitación inclusivo? Nuestro equipo puede ayudarte a diseñar experiencias de aprendizaje accesibles, alineadas con los objetivos y desafíos de tu organización. Escríbenos y descubre cómo podemos acompañarte en este proceso.
Comentarios