Desmotivación en la capacitación: estrategias para enganchar a los colaboradores

La desmotivación en la capacitación es uno de los grandes desafíos que enfrentan las empresas en sus formaciones. En este artículo, algunas claves de cómo abordarla para captar la atención de los equipos de trabajo.

A pesar de la inversión en programas formativos que realizan las empresas, todavía es común encontrar colaboradores que, lejos de sentirse inspirados, se muestran apáticos y desconectados del proceso de aprendizaje. La desmotivación en la capacitación en la actualidad es un desafío que las organizaciones deben abordar para inspirar, motivar y potenciar a sus equipos. 

En plena era digital puede suceder que los cursos se vuelvan monótonos o sobrecargados de contenido, por lo que se ha vuelto crucial buscar soluciones que sirvan a los partícipes. Con tantos estímulos alrededor, hoy las personas tienen más distracciones y menos capacidad de atención. Por eso, trabajar la desmotivación en la capacitación, será un factor fundamental.   

Metodologías como el microlearning -que dosifica el contenido en bloques- o capacitaciones digitales y asincrónicas -para que cada persona pueda gestionar el aprendizaje a su tiempo- se han vuelto grandes aliadas para las empresas. 

Factores que potencian la desmotivación en la capacitación

Ofrecer cursos de formación impulsa y amplía tanto el talento como los conocimientos de los colaboradores. Las capacitaciones permiten desarrollar nuevas habilidades y adquirir competencias técnicas, como el uso de herramientas tecnológicas.

Sin embargo, en la era digital de la sobreinformación puede suceder que los equipos de trabajo se encuentren desmotivados a la hora de afrontar un curso. Las causas de esto son variadas y abarcan desde el aburrimiento, hasta  la falta de reconocimiento por parte de la empresa frente a sus logros.

Las principales causas de desmotivación en la capacitación son:

• Falta de relevancia: cuando los colaboradores no perciben que el curso esté directamente relacionado con su trabajo o desarrollo profesional, pierden interés rápidamente. Esto resulta en el nulo aprendizaje y en la ineficacia de la formación.
  
  
• Capacitación monótona: si los programas no tienen dinamismo, interacción y no combinan formatos como fotos, videos, infografías o incluso juegos, es probable que los equipos de trabajo se aburran y dejen de prestar atención al curso.
  
  
• Exceso de información: recibir mucho contenido en un corto período de tiempo puede abrumar a los colaboradores y provocar tanto frustración, como una disminución en su compromiso con el aprendizaje.
  
  
• Falta de reconocimiento: cuando los esfuerzos de los talentos no son reconocidos o valorados por la empresa, es posible que el individuo se sienta desmotivado a seguir potenciándose y formándose en la compañía.
  
  
• Poca flexibilidad: capacitarse en horarios rígidos que interrumpen el flujo diario de trabajo puede desmotivar y desincentivar la participación de los colaboradores.

La desmotivación en la capacitación es una de las principales razones por las que la formación puede resultar ineficaz y no mostrar resultados ni a corto ni a largo plazo. Sin embargo, existen una serie de estrategias para enganchar a los equipos de trabajo.

Cómo captar la atención

Devolver la motivación a los equipos no es tarea fácil, pero tampoco es imposible. Lo principal es mantener un diálogo constante y fluido con los individuos para comprender cuál es el origen del desinterés: no es lo mismo realizar un cambio en la capacitación por falta de interés que porque no se sienten valorados por la empresa.

Una vez que se identificó la causa de la desmotivación, existen una serie de estrategias que pueden aplicarse para enganchar a los colaboradores.

Personalizar los programas

Ajustar la capacitación a las necesidades específicas e individuales de cada persona, es decir, moldear el contenido en función de sus intereses. Esto hará que cada quien sienta que la formación realmente genera un impacto en su desarrollo profesional. 

Sumar tecnología

Utilizar herramientas como la realidad virtual o aumentada, simulaciones y la inteligencia artificial permite que los colaboradores interactúen con el contenido en forma real. Esto no solo brinda una experiencia inmersiva, sino que apunta a lo dinámico y al disfrute en conjunto con el aprendizaje. 

Flexibilidad

Ofrecer diferentes opciones de capacitación como los cursos digitales y asincrónicos evita la frustración porque permite a cada individuo gestionar el aprendizaje a su medida y según sus tiempos.

Plantear metas claras y recompensas

Fijar objetivos dentro del programa y ofrecer incentivos como reconocimientos o bonificaciones, mantiene a los empleados motivados y comprometidos. 

Retroalimentación permanente

La clave en todas las áreas de la empresa siempre pasa por la comunicación. Implementar un sistema de feedback permitirá que quienes aprenden puedan dar su opinión sobre el programa y hará que evaluar los resultados concretos sea más fácil.

La desmotivación en la capacitación es un desafío difícil pero no insuperable. Al comprender su raíz pueden aplicarse estrategias que apuntan a generar interés mediante el uso de tecnología o cambios en el contenido. 

Mantener una comunicación constante y ofrecer incentivos tangibles son algunas de las claves extras que apuntan a la motivación de los colaboradores. Así, con el enfoque adecuado, la capacitación refuerza habilidades y, lo más importante, fideliza al talento.

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